Más allá de los augurios negativos de algunos agoreros profesionales, la elección primaria va.

Carmelo De Grazia

Firmes y sin escándalo, desde la plataforma unitaria prosiguen en su avance con esa dirección. Se reúnen y deciden, ofrecen y cumplen los partidos democráticos de Venezuela. Auspiciosa forma de trabajar que inclina la balanza de la opinión pública, aunque mermada, hacia un modo de hacer política diferente al impuesto desde Miraflores, plausible accionar. 

En medio de las peores condiciones, se adelanta la gestación de la elección. Decidieron, en principio, apartarse del Consejo Nacional Electoral, hay que reconocer el modo como Encuentro Ciudadano y Delsa Solórzano se plantaron para defender esa propuesta de enorme dimensión. Se logró. Del mismo modo, crearon acuerdos, una normativa, para la propia elección.  Esta semana nombraron finalmente la Comisión Electoral independiente. Diez ciudadanos entre principales y suplentes,  de gran valía, respeto y consideración, se encargarán de orquestar el hecho singular de presentar al país, con votos, a quien será la cara visible contra el régimen despótico. A quien todos apoyaremos para buscar los votos con los que saldremos de la opresión. Será quién mueva las fibras del país para labrar juntos la derrota más monumental que se le propine a los señalados por crímenes de lesa humanidad. Nada menos. Histórico momento el que vivimos, aunque no podamos sopesarlo todavía muy bien, por estar tan inmersos en los acontecimientos.  

Las personas seleccionadas, más allá de su inmensa valía personal, deben ser reconocidas por la valentía que han exhibido al aceptar esa distinción, esa extrema labor en extremas circunstancias. Debemos todos protegerlos ahora. Brindarles nuestro apoyo permanente y nuestra atención. No son conchas de ajo lo que se les viene encima. Singular responsabilidad. La exposición en la que se encuentran desde ahora no es normal. No es fácil de sobrellevar. Demuestran que existen venezolanos opositores con guáramo y de especial encumbramiento social. Los felicito enormemente. 

¿Que se viene? Seguramente el “diálogo”, bien sea en Francia, muy pronto, o en México tal vez después, se deberá enfocar este acto casi exclusivamente en las garantías de unas elecciones nacionales libres para la presidencia de la República. Esto mientras se avanza en la definición del candidato opositor. Para lo cual faltan varias definiciones. Por ejemplo, la indispensable participaciones de los connacionales radicados en el exterior. Todo esto requerirá tiempo, indudablemente y un trabajo arduo con participación de otros países en la presión, en el trabajo diplomático, en el cumplimiento de las espectativas. El panorama resulta ser el más promisor de los últimos tiempos. Una oportunidad que no debemos desaprovechar en modo alguno, ya que mete más presión a quienes detentan el poder. 

A la Plataforma Unitaria Democrática, a la que todos debemos estar altamente agradecidos,  debemos recomendarle dos detalles no tan pequeños. El primero de ellos luchar más fuertemente contra la censura, en la difusión mucho más amplia de la información, esa que debe llegar pronta a todos los rincones del país, por todos los medios posibles. Se precisa un mayor hincapié en ello. Y lo otro es el cambio de la imagen corporativa, de ser posible; desconozco el impedimento que seguro estoy que lo hay, seguramente por la tarjeta, que seguramente también se puede solventar cuanto antes, o alguna otra cortapisa, pero la representación de la unidad preservando imágenes anteriores o similares se hace pesada a la vista y a la conciencia. La Plataforma Unitaria merece su propia imagen, distinta,  en procura de representar esa mayor amplitud política que de veras es. De ser imposible abandonar la idea representada con reminiscencias caducas en la política actual pues pensar en incorporarla asi mismo a una visión mayor que englobe lo pasado con la situación actual y sea verdadera representación de la realidad que hoy políticamente vivimos. No cierro sin mi más amplio reconocimiento a los esfuerzos actuales en busca de esa salida política que todos deseamos y merecemos. Encausadas como están todas nuestras fortalezas a ese propósito loable. 

.

Carmelo De Grazia Suárez


Publicado

en